Odiaba los ''TENEMOS QUE HABLAR''
Allí estaba
ella, delante del ordenador con el Tuenti abierto en la pestaña del los
mensajes privados. Con un mensaje privado del que era su novio, no lo quería
abrir por que se imaginaba lo que pondría. También se le pasó por la cabeza
borrarlo sin leerlo. Pero sabía que eso sería un gesto inmaduro y que tarde o
temprano tendría que aceptar lo que se avecinaba, le gustase o no. Decidió
abrirlo, era lo que esperaba aunque pensaba que sería más largo. Tan
sólo ponía: Tenemos que hablar, luego te llamo y quedamos, es importante.
Odiaba los "Tenemos que hablar", siempre terminaban mal. Y así fue.
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